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Japón realiza con éxito el primer trasplante en humanos con células iPS

Células iPS reprogramadas en laboratorio.12/09/2014. Un equipo médico del Instituto Riken de Japón ha implantado por primera vez en el mundo células iPS humanas (células pluripotenciales inducidas) convertidas en retinas en una mujer de 70 años que sufre una grave degeneración macular asociada a la edad, según informa el diario El País.

Los seis pacientes sometidos al ensayo han recibido un trasplante de células epiteliales pigmentarias de la retina, obtenidas a partir de la repreogramación de células de la piel de los propios enfermos en iPS y su posterior diferenciación. El objetivo del ensayo clínico es evaluar la seguridad de la técnica de trasplante de células iPS y su valor clínico, es decir, no se trata de curarlos, sino de comprobar si su implantación genera problemas de estabilidad en su genoma y puede derivar en cáncer o causar otros efectos indeseados o no. Para controlarlo, los seis pacientes estarán monitorizados durante cuatro años. «Si es aceptablemente segura, futuros estudios evaluarán su eficacia», señalan los responsables en un comunicado.

El resultado del ensayo tardará en conocerse, pero los expertos dan por hecho que habrá un informe preliminar sobre la evolución de los enfermos dentro de un año. «Ese primer informe es lo estamos todos esperando para que se dé luz verde a otro tipo de ensayos», afirma el director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, Ángel Raya. En Japón se ha solicitado permiso para tratar la insuficiencia cardiaca, y hay otros ensayos pendientes en el mismo país, Inglaterra y España para la lesión medular.

Las células iPS se transforman en cualquiera de los tejidos y tipos celulares del cuerpo, de tal forma que con su implante se evita toda posibilidad de rechazo inmunológico. Además, son tan versátiles como las células madre embrionarias, pero a diferencia de ellas no despiertan recelos éticos porque no exigen la destrucción de un embrión. La investigación en iPS es una prioridad del Gobierno de Japón, que apostó decididamente por esta línea tras la concesión en 2012 del Premio Nobel de Medicina a Shinya Yamanaka por haber desarrollado el método para reprogramar células adultas y dar así un impulso a la medicina regenerativa.